Doctor Don Francisco Clavijo Hernandez

Francisco Clavijo es un universitario cabal, dedicado por más de cuarenta años a su vocación de profesor de Derecho Financiero y Tributario y, más precisamente, en su querida Universidad de La Laguna, a cuya Facultad de Derecho se incorporó en 1974, tras haberse licenciado en ese mismo año en la Universidad de Granada.

El profesor Clavijo nació en Las Palmas de Gran Canaria, el 22 de abril de 1952. Se licenció en Derecho por la Universidad de Granada en 1974, doctorándose por la Universidad de La Laguna el 4 de octubre de 1976, obteniendo el Premio Extraordinario. Por Orden Ministerial de 27 de agosto de 1976, accedió por oposición a profesor adjunto numerario de Derecho Financiero y Tributario; y por Resolución del Rectorado de la Universidad de La Laguna de 14 de mayo de 1986, fue nombrado catedrático de Universidad de Derecho Financiero y Tributario.

En octubre de 1976 obtenía Clavijo su doctorado con Premio Extraordinario con la tesis doctoral El Impuesto sobre las Rentas del Capital; para en noviembre de 1977 ya ser nombrado, por virtud de concurso oposición, profesor adjunto de Derecho Financiero y Tributario.

A partir de ese inicio, el curriculum del profesor Clavijo recoge lo que ha dado a la estampa a través de sus libros y artículos; sin embargo, lo que queremos destacar en estas líneas es su perfil universitario.

Francisco Clavijo es, en mi opinión, paradigma del universitario generoso, que, habiendo renunciado a buena parte de los reconocimientos que su formación le hubiera deparado, encontró su lugar en la Universidad, contemplándola no sólo como el lugar del que haya de salir la tecnología que tanto nos aporta para nuestra vida material, sino que siempre ha centrado su atención en considerar su aula como el lugar idóneo donde considerar el futuro como algo que se prepara en el presente, formando a personas. Sus sólidos valores y principios le han llevado a poner en el altar de su dedicación universitaria a los alumnos, a quienes les ha inculcado, formado, responsabilizado, hecho partícipes, facilitado, complementado y orientado en su formación jurídica, por supuesto, pero también como personas.

Ha mantenido inquebrantable su sentido de lo que la Universidad ha de ser: claustro en el que han de ser los pilares esenciales educar, formar y sembrar inquietudes y valores; aunque en más de una ocasión haya de enfrentarse a un entorno en el que parece que a lo único que se da importancia es a una especialización profesional vacía de todo contenido valorativo.

Catedrático de Derecho Financiero y Tributario.